Paseando por la calle yo te vi

Hace mucho que no escribo, más de un año, lo tenía totalmente olvidado pero hoy, no sé porqué, me ha dado un puntazo y he decidido que todos los días voy a escribir un poco, o en su defecto, intentarlo.

Estoy con un pequeño esguince en el pie derecho. Me quejo, no me quejo, me quejo... porque esto de los esguinces es un verdadero coñazo. El sábado sin ir más lejos estaba en casa cual teckel llorón que mira por la ventana y aulla, llevaba cerca de una semana con el estampado de mi sofá pegado al culo y claro, buen día, solete, temperatura agradable y con unas ganas de salir a la calle a mover las piernas, a pasear por el barrio, a ver los puestos del mercado…, la cagué si señor, creyendo que ya estaba recuperado y que lo mío, lo de mi pierna, lo de mi tobillo, lo de mi dolor, lo de mi semana era algo tan banal como un paquete de filipinos…, pues no majete, era y es un esguince como un piano, piano, de cola.

Hoy ya estoy mejor o eso pienso o eso me parece o es que estoy completamente confundido y ya no siento las piernas (con voz de John Rambo).

He decidido continuar con estos textos para explayarme, para sacar un poquito y mejor de mi. Mi churri dice que hay que reflejar el lado positivo de la asertividad. What?

Hoy comienza una etapa nueva, por ello, Panama, Morthimer...